El Golf: algunos datos de importancia

¿Cómo empezó la historia del golf?

Mucho se comenta acerca del verdadero origen del golf; lo cierto es que, en diversas partes del mundo, desde los inicios de la civilización, los primeros hombres veían la manera de entretenerse creando experiencias lúdicas. Los romanos, por ejemplo, utilizaban una especie de palo y una bola confeccionada a base de plumas para divertirse en sus momentos de ocio.

En Escocia, a inicios del Siglo XV, esta práctica incluso fue limitada por el Rey James II, porque -para ese entonces- el tiro con arco era una de las principales actividades de esparcimiento. Sin embargo, por su atractivo, este deporte siguió expandiéndose y hoy se practica en la gran mayoría de países del mundo.

 

¿En qué consiste el juego?

Se trata de la habilidad de realizar movimientos estratégicos para hacer ingresar una pequeña pelota en distintos hoyos, desde diversas distancias y empleando un palo especializado. Para esto, hay que contar con táctica y experiencia. El golf se puede definir como un reto de destreza en el que cada jugador, en un acto de profunda honradez, compite consigo mismo.

 

¿Cuál es su ventaja diferencial?

La respuesta es simple: la invaluable combinación entre ingenio mental y relajación. El golf requiere concentración y, además, de una buena preparación física. Las caminatas, los giros de cintura en el mismo eje y la posición de los brazos forman parte del esfuerzo físico que demanda. Además, es preciso destacar que el golf es una actividad que, por ser realizada al aire libre y en contacto directo con la naturaleza, estimula la mente y otorga una gran sensación de motivación y bienestar. Se ha demostrado, incluso, que este deporte contribuye con una mejora emocional notable: los expertos lo recomiendan a las personas con padecimiento de estrés.