El dormitorio es uno de los lugares más sagrados del hogar. Es la zona de relajación, de sueño, en la que encontramos una especie de refugio y huimos por unas horas de la rutina de los negocios y de los estudios. Es importante que su habitación sea un ambiente fascinante, en el que realmente se pueda conciliar un descanso reparador. En este artículo Ud. conocerá tres consejos para poder decorar ese espacio personal y, así, volverlo un lugar mucho más agradable.

Menos siempre es más

No abrumar la vista, evitando sobrecargar el área -por muy amplia que sea-, contribuirá enormemente con el panorama visual. Dado el caso de que su escritorio u oficina también esté en su dormitorio, procure crearle un espacio apartado de la cama, sin ocuparlo con muchos libros o papelería.

Los muebles como protagonistas

La cama, una mesita de noche, el clóset y el tocador. Cada uno de estos elementos debe tener un diseño concordante: si decide utilizar vidrios para las mesas con soportes de metal, tonos neutros, los demás muebles pueden ser de colores o texturas a elección. Si elige un color en específico para cada pieza, trate de que sean todos en matices claros o todos en colores oscuros.

Tonalidades imprescindibles

Lo más ‘in’ en decoración es optar por lo monocromático, pero no literalmente; esta tendencia supone utilizar tonos básicos en cada elemento: blancos o colores pasteles muy claros en combinación con grises o negros. Una alternativa que otorgará la impresión de orden y pulcritud y que puede ser aplicada tanto en la ropa de cama, en sábanas y edredones, como en los muebles y paredes. Cabe destacar que los muros grises, como recién enlucidos con cemento, son una opción bastante actual.

Es preciso recalcar que la infraestructura juega un papel fundamental en el atractivo de un dormitorio. Los apartamentos de Albatross son la alternativa ideal para tener una habitación realmente de ensueño.